Me crié en Rusia, un país en el que los regalos tienen un significado muy especial para las personas, puesto que son la demostración más valorada de los sentimientos.
A mi llegada a Barcelona, descubrí que no existía esta costumbre con la misma fuerza que en mi país, y por tanto era difícil poder realizar un regalo con la delicadeza a la que estaba acostumbrada. Fue entonces cuando decidí crear mi propia empresa. Una empresa que ofrece la oportunidad de pensar en un ser querido y ofrecerle un regalo que, con gran delicadeza transmitirá los mejores deseos para esa persona tan especial.